¿Qué es lo primero que se te viene a la mente cuando piensas en el concepto de un Emprendedor Innovador?, ¿Te has puesto a pensar sobre las diferencias que existen entre ser un emprendedor y ser un empresario?
Estas y otras interrogantes suelen invadirnos constantemente cuando decidimos embarcarnos en el camino del emprendimiento, llevando a la realidad del mundo empresarial una idea innovadora de producto o servicio que, sumada a una habilidad técnica, aprovecha oportunidades y destaca de las soluciones ya existentes.
Por lo general, se denomina emprendedor o emprendedora a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza todos los recursos necesarios para poner en marcha un negocio que aproveche esta oportunidad detectada.
Sin embargo, es habitual emplear este término para designar también a una «persona que crea una empresa» o que simplemente encuentra una oportunidad de negocio, o incluso a alguien que empieza un proyecto por su propia iniciativa pero estas características en realidad son propias de un empresario y no necesariamente de un emprendedor.
Para los investigadores, un emprendedor es una persona innovadora, flexible, dinámica, capaz de asumir riesgos, creativa y orientada al crecimiento; mientras que para la prensa, se trataría de una persona con capacidad de iniciar y operar empresas nuevas pero esta es una capacidad propia de los empresarios.
Las diferencias entre emprendedor y empresario radican en las características personales del emprendedor y su actitud frente al negocio. La primera de ellas es la iniciativa, es decir, ese proceso social y dinámico en el que los individuos, solos o en colaboración, identifican oportunidades para innovar y actúan transformando las ideas en actividades prácticas dentro de un contexto social, cultural o económico. En el contexto de creación de empresas es una actitud en la que se refleja la motivación y la capacidad del individuo para identificar una oportunidad y producir un nuevo valor o éxito económico.
La creatividad, es decir, esa capacidad de crear nuevas ideas o conceptos, hacer nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos para generar soluciones originales es otra característica del emprendedor.
Finalmente, el emprendedor muestra perseverancia, es decir, aquella cualidad que no forma parte del método científico, pero que es indispensable en su desarrollo.
Por su parte, el empresario se caracteriza por su capacidad de gestión y administración de un negocio, sea suyo o de otras personas, abarcando desde la búsqueda y optimización de recursos hasta el análisis de rentabilidad y el crecimiento de ventas. El empresario es un negociante.
Por todo lo expuesto, podemos concluir que ambos conceptos se complementan y de alguna manera, estarian reflejando las etapas de una adecuada gestión empresarial. Podriamos decir, entonces, que un emprendedor llegará a convertirse en un empresario en la medida en que formalice su negocio y ordene sus procesos, siendo así el emprendedor la etapa previa del empresario.
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